Al nacer nos dan la vida y con ello la forma de vivirla. No elegimos dónde nacer, en qué familia, ni los primeros amigos que hacemos. Pero van pasando los años y vamos teniendo que tomar cada vez más decisiones que van formando nuestro camino. Hoy he decidido poner rumbo fuera de esta sociedad donde todos somos criticados por el mínimo detalle de sonreír. Gente hipócrita que te respetan en tu presencia pero se dedican a hablar mal de ti en tu ausencia. Personas que hablan presumiendo de todo lo que tienen y lo mucho que la gente les aprecia pero a la hora de la verdad están solos, no tienen a nadie que les ayude en sus problemas, y en sus éxitos solo se alegran las personas que ganan algo con ello. La vida que hemos creado, y me incluyo, es así de mierda y poca gente merece que se le llame AMIGO. Por eso me siento afortunada al poder decir que yo si que tengo amigos de verdad, los que han estado siempre que lo he necesitado, para lo bueno, lo malo, lo regular, para todo. Y de eso no nos damos cuenta de un día a otro, tampoco está escrito en ningún libro que nos obliguen a estudiarlo en la escuela, eso lo aprendemos a base de palos. Les deseo muchísima suerte a esas personas que al mentir a otras se están engañando a sí mismas pues la vida se pondrá en contra de ellos. Y a los míos les deseo lo mejor que exista en este mundo porque incluso eso se les queda pequeño de lo grandes que son, porque los quiero y porque me quieren.