Me encantaba como cuidabas de mí, como me prohibias cada cosa como si fueses un padre preocupado, como actuabas cada vez que tenía algún problema, estabas ahí para defenderme y protegerme de la parte mala de la vida. Me gustaba cuando me besasbas por el cuello cada vez que querias algo y te decía que no, también cuando me abrazabas cada vez que querías que estubiese contigo, o cuando me mirabas con esa cara de payaso y te reias y me hacias reir. Son tantos los momentos felices que me has hecho pasar en tan solo un par de meses, tantas miradas cruzadas. Que me sobran motivos para quererte como yo te quiero.
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